El futbolista del Eibar cerró la semana de conversaciones en Instagram con los protagonistas del Juvenil A cervecero que llegó a cuartos de final de la Copa del Rey 2014/15. “Guardo un recuerdo muy positivo de todos los momentos de aquella temporada. Incluso de la eliminación contra el Rayo, porque jugamos un partidazo, hicimos todo lo posible para ganar, pero el balón no quiso entrar”, explica el ex cervecero.
Expósito jugó en la Damm en su último año de juvenil, dónde se convirtió en un jugador indiscutible en el centro del campo. “Cristóbal me dio un peso importante dentro del grupo. Me sentía muy cómodo y lo jugué casi todo. Y como yo, muchos compañeros nos sentíamos importantes”, recuerda.
El ex jugador del Club todavía tiene presentes los desplazamientos en taxi para ir a entrenar como una de las principales herramientas de cohesión del grupo. “Los empleados del Club nos ayudaron mucho en el transporte. Los viajes se hacían más amenos. Me gustaría enviar un recuerdo a Roser y un fuerte abrazo a la familia García Martínez, que sé que últimamente lo están pasando mal”, expresó Expósito.
El caso de Edu Expósito es bastante atípico en el mundo del fútbol. Se formó en el Cubelles y jugó un año en el Vilanova y otro en el Gavà, y no tuvo la oportunidad de destacar en las principales categorías de fútbol base. La explosión a los 18 años en su paso por la Damm fue clave “porque me permitió dar el salto a un equipo profesional y plantearme que podía llegar a ser futbolista profesional”, analiza con perspectiva. “Lo primero que nos dijo Cristóbal al llegar a Puigcerdà fue que nos teníamos que esforzar porque teníamos un gran equipo y podíamos hacer algo bonito. Cada semana había ojeadores pendientes de nosotros y muchos pudimos tener salidas importantes a equipos profesionales”, comenta el jugador del Eibar.
De aquella generación de 1996, muchos ex cerveceros ficharon por filiales de Tercera División: Expósito y Lucas Viña (Deportivo), Alfred Planas (Málaga), Éric Zárate (Albacete), y Max Marcet y Diego Garzón (Sabadell). Carlos Doncel (Lleida Esportiu) y Marc Vito (Badalona) debutaron en Segunda B con 19 años. El juvenil de segundo año Arnau Campeny se marchó al Juvenil A del Barça y Kilian Durán ficharía por el Atlético de Madrid B al año siguiente. Y Gonzalo Pereira (1997) ha debutado en Primera División con el Levante.
En tres años, Expósito pasó de jugar en Preferente Juvenil a ascender a Segunda División B con el Deportivo Fabril (ganando la liga de Tercera) y a debutar en LaLiga con el Deportivo. En el filial se reencontraría con Cristóbal Parralo, el técnico que apostó por él como juvenil. “Me abrió los brazos, me ayudó a salir del Gavà y me gané su confianza como titular”.
Edu Expósito luce actualmente el dorsal 10 del Eibar por los campos de Primera División y es, seguramente, la imagen del triunfo de aquella generación de jugadores de la Damm. “Pensaba que la adaptación me costaría más, pero ha sido muy rápido. Tengo unos compañeros increíbles que me lo han puesto muy fácil”, dice el futbolista del conjunto armero.
Gracias a Alfred Planas, a Marc Vito y a Edu Expósito por su tiempo y su amabilidad para ayudarnos a rememorar la temporada 2014/15 del Juvenil A del CF Damm.
Test personal a Edu Expósito
- Mejor amigo en el vestuario: Joan Inés
- De quien más aprendiste: Alfred Planas
- El jugador con más clase / técnica: Adrià Lledó
- El más decisivo: Carlos Doncel
- El líder: Arnau Campeny
- El más gamberro: Max Marcet
