Para celebrar la efeméride, jugadores y staff técnico se reunieron por primera vez 25 años más tarde. El acto se realizó en la Antigua Fábrica Estrella Damm y consistió en una cena de tipo cóctel acompañada de una buena cerveza Damm. El presidente del Club Ramon Agenjo dedicó unas palabras a los integrantes de aquellas plantillas, y destacó la categoría humana de sus componentes, aún vigente más de dos décadas después.
El entrenador de los dos equipos vencedores era Juan Barbero, quien hoy todavía recuerda cómo se consiguieron los títulos. “Con la generación del 77 ganamos el San Gabriel por 4-0 en el campo del Júpiter. Aquél era el primer campeonato de cadetes de la historia de la Damm. El año que siguiente, con los jugadores nacidos en 1978, repetimos la hazaña al superar al Espanyol por 3-1 en la final. Eran unos chicos muy buenos en el campo y muy queridos fuera del terreno de juego”, explica Barbero.
Con la generación del 77, además, se da la circunstancia de que Barbero los entrenó en el Benjamín B y los fue subiendo de categoría año tras año hasta hacerlos campeones en el Cadete A. Este hecho tan poco habitual propició una relación de complicidad con algunos jugadores en plena etapa de formación que duró unos ocho años. “Los de 1977 eran conocidos como ‘los eléctricos’ porque eran muy pequeños y habilidosos cuando quedaron campeones en etapa de benjamines”, recuerda Barbero.
El grupo ganador de la temporada 1992-93 también tuvo que reponerse de un accidente de tráfico cuando se dirigía a Málaga para disputar el campeonato de España. Cerca de Ulldecona, el autocar que transportaba la expedición cervecera perdió el control y se salió de la carretera. Dos jugadores y el delegado lesionados fueron el balance de heridos tras este susto que reforzó, aún más, su vínculo de unión.
En suma, una bonita historia de éxito deportivo con la superación de algún capítulo amargo que ha perdurado con el paso de los años, y que marcó los primeros pasos de algunos jugadores que dieron el salto al fútbol profesional, como Juanjo Carricondo (FC Barcelona) o Toni Velamazán (Barça, Espanyol). Este último describe cómo ha vivido el reencuentro con sus antiguos compañeros de vestuario: “Ha sido una velada muy bonita. Todos hemos cambiado mucho. Con alguno he mantenido la relación e incluso hemos trabajado juntos, pero otros hacía 25 años que no los veía”, dice Velamazán, y añade, “estamos muy agradecidos al Club y a todos los que se han implicado para organizarlo. Ojalá nos podamos volver a reunir dentro de 25 años”.
