El CF Damm despidió en la Antigua Fábrica Estrella Damm a una nueva generación de futbolistas, en este caso la del 2002, que después de un curso atípico marcado por el Covid-19 han puesto punto final a su etapa formativa en el Club y ya se preparan para afrontar nuevos retos.
El acto, muy especial para la institución por todo lo que representa, sustituyó la tradicional cena de despedida a consecuencia de las restricciones vigentes, pero permitió hacer entrega a los jugadores y las jugadoras de las camisetas personalizadas y los relojes conmemorativos. Todos ellos los recibieron de manos del presidente Agenjo y de sus respectivos entrenadores en un ambiente íntimo, y acabaron la tarde disfrutando de una merienda al aire libre en el cual pudieron compartir sus últimas experiencias como grupo.
En una jornada donde se les despidió como jugadores y jugadoras, pero sobre todo también como personas que se han formado y crecido durante su etapa en el Club, el presidente Ramon Agenjo destacó que "es un momento emocionante y muy bonito, porque se llevan la camiseta y el reloj, pero lo que quiero yo es que se lleven un buen recuerdo".
Un buen recuerdo que explicó el jugador Oriol Alsina, asegurando estar "muy contento y agradecido de acabar la etapa de fútbol base en el CF Damm", y que confirmó Juli García, entrenadora del Juvenil Femenino: "Creo que estos actos hacen todavía más grande este Club y esta empresa". García, que también cerraba un ciclo de cinco años en la entidad, añadió que "para mí es un momento ilusionante pero a la vez triste, y estoy muy satisfecha de este tiempo que he disfrutado aquí. Cómo decía el presidente, lo siento como mi casa y estaré eternamente agradecida".
El acto también permitió despedir a Òscar Cosialls, coordinador general del Club, que recibió emocionado una jarra de plata de la compañía como reconocimiento a los 17 años que ha dedicado al CF Damm.