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Moreno

Gerard Moreno: “El fútbol y la Damm me han hecho muy feliz”

Es el jugador de moda de Primera División y de la selección española. Gerard Moreno (Santa Perpètua de Mogoda, 29 años), comenzó su carrera deportiva en el CF Damm. Actualmente juega en el Villarreal, con quien ha ganado la Europa League esta temporada, y ha llegado hasta las semifinales de la Eurocopa con la selección. Repasamos su paso por el Club y las perspectivas de futuro del máximo goleador nacional de las dos últimas ligas.

 

¿De dónde viene tu pasión por el fútbol?

Mi pasión viene de familia. Desde pequeño, crecí viendo a mi padre y a mi hermano jugar al fútbol, ​​y a los 6 años ya empecé a darle patadas a un balón... y hasta ahora.

¿Cómo fichaste por el CF Damm?

Me llevaron a entrenar mis padres. Empecé en la escuela de la Damm y, aunque era muy pequeño entonces, ya causé una buena sensación a los técnicos. Recuerdo el sacrificio que era para mis padres y el esfuerzo que suponía que pudiera entrenar y jugar en la Damm siendo de Santa Perpètua. Es una etapa que recuerdo con mucho cariño.

¿Qué recuerdas de tus días en la Damm? ¿Qué valores te inculcaron?

Yo era muy pequeño, sólo quería disfrutar del fútbol en mis inicios. Realmente me divertía mucho. En el CF Damm sobre todo me educaron en el respeto y el compañerismo.

¿Tienes contacto a día de hoy con algún miembro del Club?

Ha pasado mucho tiempo desde entonces, ¡casi 21 años desde que me fui! Guardo muy buenos recuerdos de mi primer entrenador, Ricard Alegre. A veces compartimos anécdotas con mi agente, David Aranda, que también fue entrenador de la casa.

¿Cómo ves al Club actualmente?

El CF Damm sigue siendo una potencia en Cataluña. Trabaja muy bien toda la estructura de fútbol base y salen grandes futbolistas que acaban jugando en el fútbol profesional. El éxito de este modelo de formación no es casualidad.

¿Cuándo eras jugador de base esperabas llegar hasta donde has llegado?

Cuando eres pequeño solo piensas en disfrutar y pasarlo bien. Es difícil pararte a pensar si algún día llegarás al primer nivel. Estoy muy satisfecho de haberlo conseguido.

Has ganado el trofeo Zarra dos veces consecutivas (2019/20 y 2020/21) y eres uno de los máximos goleadores de la liga en las últimas temporadas. ¿Cuál es el secreto de tu éxito?

Trabajo para ser mejor jugador cada temporada. Siempre intento superarme y crecer como futbolista, y eso me ha llevado a estar donde estoy. Para mí, poder conseguir el trofeo Zarra dos años seguidos es un orgullo muy grande.

Todo el mundo que ha jugado o ha tratado contigo profesionalmente coincide en apuntar que eres un trabajador humilde, sacrificado y que tienes los pies en el suelo. ¿Es difícil no perder la cabeza cuando llegas a la élite mundial?

Siempre es bueno recordar el camino recorrido hasta llegar a ser profesional. Mantener los valores fundamentales es lo que te permite evolucionar en el día a día. La constancia en el trabajo diario es imprescindible, es muy importante.

Ir convocado con la selección española para jugar una Eurocopa sólo está al alcance de muy pocos. ¿Qué sientes cuando te ves con el 9 a la espalda?

Poder representar a tu país es una de las cosas más grandes que te pueden pasar como futbolista. Es un honor y un orgullo enorme ponerme la camiseta de la selección. Saber que todo el mundo tiene muchas esperanzas depositadas en ti y que tu lucha es la suya.

¿Qué retos te presenta el futuro?

Nuestra profesión es un camino diario que no permite plantearte cómo será el mañana. No soy capaz de imaginarme dónde estaré dentro de dos o tres años, pero lo que tengo claro es que quiero disfrutar del gran momento que me está tocando vivir.

 

Cómo lo recuerda Ricard Alegre, su primer entrenador en el CF Damm...

  • A Gerard le correspondía jugar en la escuela de la Damm cuando llegó, pero lo vi con muy buenas condiciones y lo puse en el Benjamín B con chicos mayores que él.
  • Se integró muy rápidamente y demostró muy buena técnica y habilidad en la conducción, la velocidad y el disparo. Pensé que podría ayudar mucho al equipo, que competía con benjamines de segundo año en la liga.
  • Durante un entrenamiento, en una tarea de pase, dio una asistencia de rabona en lugar de con el empeine interior. “Si quieres llegar a Primera deberás dejar de hacer estas cosas”, le dije.
  • En un partido donde fue suplente, pedí el cambio para que entrara a jugar, pero el balón no había salido fuera. ¡Le tuve que coger por los hombros y frenarle porque tenía unas ganas locas de saltar al césped!